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Estos días en los que se ven calabazas por todos lados, rescaté la receta para celebrar Halloween. Que para todos los que piensan que es una moda importada de los estadounidenses aclarar que se equivocan, ya que son ellos los que han mantenido viva esta vieja tradición europea que, todavía en países como irlanda, se sigue celebrando cada año como la noche de Samhain.
Los antiguos pueblos celtas, llegado el final de Octubre, solían celebrar una gran fiesta para conmemorar el final de la cosecha, lo que en lenguaje gaélico es Samhain (etimológicamente el final del verano).
Con el auge de la nueva religión -el cristianismo- la fiesta pagana se cristianizó como el día de Todos los Santos (la traducción en ingles es All Hallow´s Eve) de ahí la expresión de Halloween.
Bueno, y después de esta pequeña reseña histórica, vamos a por la receta:
Ingredientes
- 125 gr de harina
- 300 gr de puré de calabaza
- 1 sobre de gaseosa
- 2 huevos
- 30 gr de azúcar
- ralladura de naranja
- una pizca de sal
Separamos las yemas de las claras. Montamos las claras a punto de nieve y las reservamos.
En un bol echamos la harina tamizada con levadura y añadimos la sal,ralladura de naranja y las yemas de huevo. Trabajamos la masa, cuando este homogenea añadimos el puré de calabaza.
A continuación vamos añadiendo a la masa las claras a punto de nieve y trabajando con una espátula muy suavemente.
Ponemos aceite en una sartén y cuando este bien caliente vamos echando cucharadas de masa, y freímos hasta que estén doraditos. Los sacamos a papel absorbente y luego los pasamos por una mezcla de azúcar y canela. Y ñam....ñam.
